Me hago creer que estoy calmado,
meticulosamente,
tendiendo la cama,
aquella que ha
visto el repaso de tu cuerpo miles de veces,
escucho miles de
voces, que retumban en mi cabeza,
en mi cuarto, en
todas partes,
voces que constantemente
me preguntan,
¿qué te pasa?, ¿qué
tienes?,
voces entrometidas,
que solo buscan alimentar su ego
voces ajenas, que
solo buscan revivir tus pesadillas,
pesadillas, que
vives a diario,
que siempre
quisiste convertir en un sueño,
sueño que se te
vuelve pesadilla; aunque, tan solo de vez en cuando.
igual, el tiempo
sigue pasando, y sigo tendiendo mi cama
meticulosamente,
atendiendo a que ninguna arruga quede presente,
ignorando por
completo, las voces,
que tan solo
recuerdan mis males,
sigo tendiendo la
cama, cuidadosamente
como si no hubiera
vuelta presente,
como si, la
estuviera preparando, para otro huésped
como si, la depresión
y el aburrimiento,
fueran el camino más
largo pero más seguro,
para recordarte a
ti mismo, que la vida es bella
aunque un poco
negra, que los caramelos son dulces,
aunque te den
diabetes, que la lluvia te refresca,
aunque te produzca
un resfriado,
y que tu eres tan
complementaria,
como la aguja al
dolor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario